lunes, 26 de marzo de 2012

20 Una cita real.

-Estoy totalmente de acuerdo con Tom –Dijo el mayor de la banda antes de meterse un gran bocado de postre.
-Lo sé Hobbit, soy muy sabio –Le respondió Tom.
-Soy muy tímido para eso, y tu lo sabes muy bien Tom! –Admitía Bill mientras apoyaba su cabeza en su mano.
-¡Pero Bill! Es sólo una simple llamada! No le vas a pedir matrimonio, ¡Por el amor de Dios!
-¡Esta bien, esta bien! La llamaré!... Pero…
-¿Pero? –Preguntó Tom ansioso.
-¿Y si no me contesta?
-Oh Dios ¡¡¡Bill!!! –Exclamaron Tom, Geo y Gus al mismo tiempo.
-¡Ya ya! No me griten! >.<
-Sólo llámala y ¡deja de decir estupideces! –Dijo Tom pegándole en la cabeza a su hermano.
-Esta bien… -Empezó a marcar el número-. Hola? Alice? -- Oh! Lo siento! -- Sí soy Bill -- Si pero esta ocupada ¿verdad? -- Entonces llamo luego -- No? Que? -- Aaaah ok! -- Sí sí! Me parece genial! -- Muchas gracias! -- Ok ¡Adios!
-¿¡Qué paso!? –Preguntaron los 3 ansiosos.
-No les diré –Contestó Bill y luego se metió una cucharada llena de comida, tanto que sus mejillas quedaron llenas.
-Ojala te asfixies con eso ¬¬ -Murmuró Gustav.

   

Era sábado y ya que no tenía nada que hacer empecé a hacer los deberes del instituto. Realmente no tenía nada que hacer. Pasé como media hora pensando si llamar o no a Bill, al menos para preguntarle cómo estaba, pero imaginé que de seguro estaría súper ocupado en alguna entrevista o algo, asi que olvidé esa idea.

-Alistate que vamos a salir –Dijo Khloe al entrar en mi habitación.
-Eh? Disculpa?
-Esta bien, te disculpo, pero vístete.
-Muy graciosa, dime, ¿para qué quieres que me vista?
-Es que…
-Te escucho!
-Ya sabes Alice… La vez pasada cuando salimos en la tarde fue genial! Y me encantaría repertirlo! –Me dijo muy sonriente.
-Pero Khloe, primero, esa vez fue en la tarde y ahorita son recién las 9:40 y segundo, fue genial pero porque no se repite toooodos los sábados! Si volvemos a salir hoy, luego no se hará especial!
-Oh vamos! Yo se que si!... Y solo iremos a un parque, y luego regresamos si?
-Ahh pff… Está bien –Dije rendida-. Ya me voy a cambiar
-Wiii –Dando saltitos-. Ponte linda! :D
-See see…

Había terminado de alistarme y estaba esperando a Khloe en la sala de estar mientras leía una revista, cuando de pronto sonó el timbre…

-Yo abrooo! –Dije gritando mientras abría la puerta-. Oh –Quedé totalmente pasmada al ver quien se encontraba en la puerta.

-Hola!! –Dijo Bill muy sonriente-. Veo que ya estás lista!
-Ah? Qué? Este… Sí… No entiendo, ¿Vendrás con nosotras al parque?
-Eeeh noo, fue una idea de Khloe, y pues… Saldremos solo nosotros dos –Sonriendo-. Si es que no te molesta –Miró hacia el suelo.
-Claro que no, esta bien –No fui capaz de hablar más, realmente estaba en shock, ¿Bill Kaulitz en el portal de mi apartamento pidiendome una cita? Cualquier otra fan ya hubiera desmayado, yo simplemente no podía moverme de donde estaba.
-Genial… Eh, ¿vas a venir? –Me preguntó, al ver que no me movía para nada.
-Si si –Sacudí mi cabeza-. Disculpa.
-No hay problema –Me sonrió.

No había forma de que yo pudiera evitar caer rendida ante esa perfecta sonrisa, traté con toda mi fuerza interior por seguir actuando como si nada, la verdad me sentía abrumada, felizmente abrumada.
Bill me dirigió hasta su hermoso auto, un Audi8, la única razón por la que sabía exactamente la marca era por mi admiración hacia él. Amablemente me abrió la puerta del copiloto, le respondí  sonriendole con un “Gracias”, él me devolvió la sonrisa, haciendome otra vez quedar en las nubes. Rápidamente él se dirigió a su asiento de copiloto y empezó a conducir. Me extrañaba que no hubiera traído a algun chofer.

-¿Chofer? –Decidí preguntar.
-No… Quise que fuera una cita real, ya sabes, sin nada de paparazzi, ni guardaespaldas, aunque eso me costó una buena discución con David, ni… choferes –Me miró de reojo-. Hoy yo soy el chofer.
-Una cita real –Murmuré, en realidad fue lo único que quedó en mi mente de lo que dijo Bill, seguía pensando que tal vez aun estaba dormida.
-Lo siento si estoy siendo muy… -Se esforzó en encontrar la palabra- …muy lanzado –Hizo una mueca.
-¿Por qué lo lamentas? –No me gustó mucho lo que acabó de decir. Fue como si estaba siendo obligado a hacer esto.
-Porque no suelo ser así con las chicas –Me sonrió, tratando de calmar el tono de preocupacion que había tenido mi pregunta-. La verdad, es la primera vez que llevo a una chica a una cita –Admitió-. Así que, puedo llegar a cometer muchos errores, probablemente pedirte una cita así, sin haber avisado, fue el primero.
- La verdad, eso fue estupendo –Me dedicó una gran sonrisa, creí ver que se sonrojaba, pero fijo su mirada en la autopista, y decidí dejar de mirarlo tanto, creerá que lo estoy acosando-. Y se puede saber a donde vamos.
-No sé la verdad cómo son las primeras citas, no he podido aprender de mi hermano porque, pff, él jamás tiene “primeras citas” –Rió-. Pero será un lindo lugar te lo aseguro, donde obvio, no faltará la comida, jaja.
-Me reí con él, alegre de que tengamos en común lo importante que es la comida a cada momento-. Tienes razón. –Solo eso pude decir a pesar, su risa, tanto como su sonrisa, me había dejado adormecida de nuevo, esto se tornaba extraño.

A través de la ventana pude ver cómo nos alejábamos de la gran ciudad y nos adentrabamos a una parte llena de árboles, ya no se veía la autopista, ahora solo era un pequeño camino por el que íbamos, por un momento me sentí preocupada de perderme aquí, pero luego al mirar a Bill, me sentí totalmente segura, primero porque él se veía muy confiado y se notaba que sabía de memoria el camino, y segundo porque si me llego a perder no estaría tan mal, ya que pasaría más tiempo con Bill.

-Entiendo que será un lugar privado –Dije, tratándo de esconder muy bien mi preocupación.
-Jaja, pues sí, pero no te preocupes, sé muy bien donde estamos.

¡Genial! Notó mi preocupación a pesar de mi intento en esconderla.

Finalmente Bill estacionó el auto y la vista de al frente era maravillosa. Únicamente había visto esto en fotos, televisión o internet. Teníamos al frente un hermoso prado, y luego había un enorme lago que reflejaba millones de árboles que se encontraban atrás de éste. Yo, como amante de la naturaleza, siempre soñé con visitar un lugar así, era totalmente espléndido.
Por estar admirando el hermoso paisaje no había caido en cuenta de que Bill ya se encontraba a mi lado abriendome la puerta de nuevo.

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